Muy poca gente se siente cómoda hablando de sus logros, pero hacerlo es fundamental para avanzar en el mundo laboral. Por eso, Anna Vainer, que trabaja en el equipo de marketing de la oficina de Google en Londres, decidió lanzar la iniciativa #IamRemarkable. En este taller se fomenta el reconocimiento del éxito y la autopromoción entre mujeres y grupos con poca representación social. Descubre cómo convirtió un proyecto secundario en un movimiento global que ha ayudado a 20.000 personas de 50 países a compartir sus logros.
En la mayoría de las culturas, se enseña a los niños, y especialmente a las niñas, que hablar de sus logros no es de buena educación. En Japón, por ejemplo, hay una expresión que les recuerda que no deben llamar la atención: "el clavo que sobresale recibe el martillazo". En el Reino Unido, a miles de kilómetros, los niños aprenden que "la ballena que canta se lleva el arponazo". No es ninguna sorpresa que, una vez que nos incorporamos al mundo laboral, hayamos interiorizado la idea de que está mal visto hablar de lo que hemos conseguido.
Si no nos sentimos cómodos hablando de nuestros logros, ¿cómo sabrán los demás lo que somos capaces de hacer? Según algunos estudios, las personas que no se sienten cómodas hablando bien de sí mismos suelen tener desventajas frente a otras más locuaces. Por eso, Anna Vainer, que trabaja en el equipo de marketing de la oficina de Google en Londres, decidió lanzar la iniciativa #IamRemarkable.
"Es un taller en el que se fomenta el reconocimiento del éxito y la autopromoción tanto en el ámbito profesional como personal entre mujeres y grupos con poca representación social".
Descubre cómo convirtió Vainer un proyecto secundario en un movimiento global que ha ayudado a 20.000 personas de 50 países a compartir sus logros.