Cómo podemos crear un clima de confianza y seguridad psicológica en nuestro equipo cuando se están poniendo a prueba algunas de las suposiciones que solemos hacer sobre estar y trabajar juntos? Lo cierto es que cada reto es una oportunidad si dedicamos tiempo y esfuerzo a plantear las preguntas adecuadas y a sentar bases para el futuro.
El pensamiento creativo, o centrado en las personas, nos puede ayudar a crear ese ambiente. Al centrarnos en las necesidades de los demás, podemos sortear la ambigüedad mediante la empatía, el pensamiento expansivo y la experimentación. Como personas líderes, innovadoras y creativas, podemos aprovechar esas tres actitudes y herramientas para adaptarnos al futuro en estos momentos de crisis y cambio.
Actúa con empatía y escucha a quienes te rodean
En momentos como este, necesitamos escuchar con más atención de lo habitual. Las personas creativas se centran en comprender las necesidades de los demás y cambian de perspectiva con técnicas propias de la antropología cultural y la psicología. La empatía nos ayuda a inspirarnos en las necesidades, los sentimientos y las motivaciones de las personas, y esto nos permite encontrar soluciones eficaces a problemas reales.
Escuchar con atención e identificar qué necesitan las personas es una habilidad que se puede aprender y mejorar. Probablemente, alguna vez has hecho suposiciones sobre los demás basándote en tus propias necesidades. Cuestionar esas suposiciones te ayudará a encontrar soluciones importantes y útiles.
Creemos que la empatía es una de las habilidades más importantes del futuro.
En Google, creemos que la empatía es una de las habilidades más importantes del futuro. Por eso, ofrecemos a nuestros líderes y Googlers oportunidades para que mejoren su empatía poniendo en práctica pequeñas acciones, como reuniones virtuales en la mañana y en la tarde para saber cómo se sienten los demás a nivel personal. Las reuniones semanales de mi equipo empiezan con un ritual que consiste en respirar juntos para centrarnos. También hacemos un experimento en el que un miembro del equipo habla de un objeto importante para él y cómo le hace sentir. Este experimento nos permite ponernos en su lugar.
Pregunta "Cómo podríamos…?"
La mayoría de las personas piensan que la innovación surge de las grandes ideas, pero lo cierto es que surge de las grandes preguntas, o, lo que es lo mismo, de problemas que hay que resolver. A muchos de nosotros se nos ocurren ideas excelentes y también somos buenos identificando problemas, sobre todo cuando estamos probando algo nuevo. Una habilidad importante que todos podemos mejorar es el pensamiento expansivo, delimitando problemas y transformándolos en preguntas eficaces que posteriormente podamos responder.
Para ello, podemos aprovechar una herramienta que se usa en el pensamiento creativo, llamada "preguntas HMW" o "preguntas 'Cómo podríamos…?'" ("HMW questions" o "'How might we…' questions" en inglés). Por ejemplo:
- Si el problema es que tenemos que teletrabajar y es probable que se pierda la conexión personal tan importante que suele haber en las sesiones de formación, la pregunta HMW sería: ¿Cómo podríamos hacer que la formación por videoconferencia sea incluso más eficaz que en persona?
- Si el problema es que a algunos miembros del equipo les cuesta teletrabajar porque tienen dificultades para concentrarse y sus familias los distraen, la pregunta HMW sería: ¿Cómo podemos ayudar a quienes trabajan desde casa a adaptarse a varios estilos de trabajo?
Una vez que los problemas se transforman en preguntas, empiezan a surgir respuestas creativas para resolverlos.
Hace poco, dirigí una sesión de preguntas con The Google School for Leaders, para que los participantes plantearan todas las que tuvieran. Estas sesiones son parecidas a las de intercambios de ideas: es fundamental plantear tantas preguntas como sea posible, no juzgarlas, ser visual, trabajar sobre ideas, escribir titulares y no ponerse límites. Posteriormente, se seleccionan las preguntas más importantes para continuar el proceso y, una vez que los problemas se transforman en preguntas, empiezan a surgir respuestas creativas para resolverlos.
Cultiva una actitud experimental
Determina qué se puede hacer y adopta una mentalidad experimental. Probablemente, temas que hacerlo de esa manera te lleve a fracasar rápidamente, pero no se trata del fracaso, sino de aprender de él. Los errores te ayudarán a descubrir rápidamente qué funciona y que no, para que puedas seguir trabajando hasta dar con la solución.
Experimentar puede ser complicado porque nuestro cerebro está programado para ahorrar energía. Solemos aferrarnos a las ideas y soluciones que sabemos que han funcionado, y evitamos probar cosas nuevas. Por eso, necesitamos crear un entorno en el que las personas y los equipos se sientan lo suficientemente seguros como para correr riesgos y atreverse a experimentar con nuevas ideas, incluso de manera virtual. Para conseguirlo, debemos animar a los equipos y a los líderes a traspasar límites y a permitirse ser vulnerables con los demás, e invertir en seguridad psicológica. Cuando logramos estas condiciones, podemos evaluar más eficazmente las ideas, conocer mejor a nuestros usuarios, identificar nuestras fortalezas como líderes o miembros del equipo y experimentar con más rapidez para llegar al futuro que queremos.