Desde que comenzamos a grabar vídeos con el móvil y subirlos a plataformas como YouTube hace ya al menos 10 o 15 años, el impulso natural ha sido grabarlos en formato vertical. Tiene que ver con la manera en la que sostenemos el móvil en la vida cotidiana y con la inmediatez. Para hacer fotos o vídeos rápidamente con el móvil, no perder el instante y captar un momento familiar, de una mascota o un evento en las calles, el vídeo vertical ha sido muy recurrente.
En realidad, si lo pensamos, el formato vertical existe desde hace siglos; muchos artistas y pintores han usado este formato, sobre todo muy presente en retratos (recordar al Greco) o en carteles (Toulouse-Lautrec). Es un formato visual que invita a la conexión con el personaje, a la inmersión en la historia y al foco en un aspecto particular de una escena.
En el cine, también hay directores que se han aventurado a usar el formato vertical para cortos y películas, aun cuando las pantallas de cine siguen siendo por norma horizontales. ¿Cambiará esto algún día?
Hace varios meses, se lanzó una innovación importante en YouTube en este sentido: su interfaz se adapta al vídeo vertical de manera automática, ofreciendo una experiencia de pantalla mucho más amigable, interesante e inmersiva.
Esto es más importante que nunca, porque sabemos por ejemplo, que más del 60%-70% de vídeos se ven desde el móvil, que pasamos más de 2 horas diarias conectados a este dispositivo (en promedio), que un 60% de las búsquedas en Search se hacen desde el mismo y por último, que se estima que para 2020 el tráfico de data en el móvil se multiplicará 7 veces.
El vídeo vertical es entonces un formato que responde con contundencia al comportamiento móvil de los usuarios.
Para incitar a la conversación en el mercado español sobre el vídeo vertical y su presencia en YouTube, recientemente hemos participado en dos eventos del sector del cine, en conjunto con la APCP (Asociación de Productoras de Vídeo Publicitario).
Durante el festival de Málaga, en las Jornadas de Vídeo Publicitario, hicimos un panel de discusión sobre el formato vertical con un director de cine documental (Hernan Zin), dos YouTubers (Videopatas y Bep Moll), y una productora de vídeo publicitario, con un director y un realizador (Bravo Tango Zulu).
Una semana después, en la semana del corto de Madrid, repetimos con esta productora pero en formato charla para dar un punto de vista sobre las implicaciones narrativas y creativas del vídeo vertical.
En estos encuentros, así como en nuestro trabajo cotidiano con anunciantes que quieren innovar en sus narrativas, hemos identificado tres aprendizajes clave del vídeo vertical en YouTube.
Lenguaje social
El formato vertical es el lenguaje natural de los vídeos de usuario y de su conexión en redes sociales. Con esta innovación, YouTube puede ser aún más cercano al lenguaje de redes sociales y hacerlo nativo a nuestra plataforma. El aspect ratio del vídeo vertical en YouTube es el mismo que en redes sociales: 1:1, 2:3 o 9:16.
Narrativa visual propia
El personaje, la conexión, el detalle. El vídeo vertical nos muestra la realidad de manera particular, ascendente y detallada, y funciona muy bien para narrativas creativas que incluyen figuras humanas completas, ciudades, caminos, recorridos; en parte, por esto se están viendo globalmente más ejemplos de campañas publicitarias en moda y lujo por ahora.
Un rodaje dentro del rodaje
Para crear vídeos en formato vertical, con narrativas interesantes que aprovechen las ventajas de engagement de YouTube, es necesario planear dentro de la campaña la creatividad y la producción. El vídeo vertical requiere una cámara y ángulo particular y esto debe ser considerado desde el inicio.
La apuesta es que la combinación de vídeo vertical y horizontal traerá buenos resultados para las marcas que apuesten por la innovación en formatos y por responder a la manera en que los usuarios miran la vida. Muchas veces, es la vida en vertical.