Si tus anuncios no llaman la atención de la audiencia, no te servirán de nada. Además, la competencia por captar el interés de los usuarios es más feroz que nunca, pero esta no es razón para tirar la toalla.
Los anunciantes tienen a su alcance un sinfín de recursos creativos para lograr que sus mensajes destaquen entre la multitud: desde influencers hasta narrativas de marca que crean un vínculo emocional con la audiencia. Pero ni siquiera los mejores elementos creativos son infalibles en un mundo en el que los consumidores son más selectivos que nunca a la hora de prestar atención. Además, según estudios recientes de Ipsos y Nielsen, la capacidad de llamar la atención con anuncios de vídeo depende tanto de su contenido como de la forma en que se muestran.
Contrariamente a la creencia popular, todavía es posible atraer la atención de los espectadores
En realidad, atrapar al espectador no es una misión imposible. A pesar de la reciente proliferación de plataformas, canales y dispositivos, estos estudios revelan que los vídeos todavía pueden captar la atención de los usuarios. Según Ipsos, en el 81 % de las ocasiones de visualización de vídeo los usuarios prestan toda su atención, o buena parte de ella, a la pantalla.1
No obstante, los espectadores son más selectivos a la hora de decidir a qué contenido prestan atención
Como ahora hay tantos medios disponibles, lo más probable que se no se conformen con contenido que no les interesa.2 Los tiempos en los que veían algo porque no había nada mejor han pasado a la historia. Ahora hay tantísimas opciones que seguramente no saben ni por dónde empezar.
Así de claro lo dejó uno de los participantes de un focus group de Chicago: "La variedad de contenido es tal que, si algo no me llama la atención, tengo una alternativa esperándome". O lo que es lo mismo: si tu contenido no me seduce, me olvido de él.
Como en un restaurante, siempre es recomendable utilizar los mejores ingredientes, pero lo que puede convertir un buen plato en un manjar exquisito es el servicio.
Los usuarios siguen prestando atención, pero el listón del contenido que merece su atención está cada vez más alto. Por supuesto, esta situación también supone un mayor nivel de exigencia para las marcas.
Los anuncios generan mayor interés entre la audiencia si se publican en función de señales de intención y no solo de datos demográficos
¿Qué significa esto para las marcas? Que conseguirán llamar la atención de los usuarios si les demuestran que los conocen. Según Ipsos, la relevancia y la personalización son los principales atributos publicitarios asociados a la atención que reciben los anuncios de vídeo.3
Tiene su lógica: es más probable que prestemos atención a un anuncio si tenemos la sensación de que se dirige directamente a nosotros. Asimismo, los anuncios pueden tener un gran impacto si no solo se segmentan por datos demográficos, sino también por señales de intención precisas, como el comportamiento de búsqueda, las visitas a tiendas o la actividad en aplicaciones.
Supongamos que tienes una empresa de refrescos y quieres promocionar una nueva bebida para deportistas. Si orientas tus anuncios a un segmento de audiencia amplio formado por usuarios de 18 a 49 años, verás que el interés por tu producto es disperso. En cambio, si los orientas a personas que suelen ir al gimnasio y hacen ejercicio físico o descargan aplicaciones de fitness en sus teléfonos, será mucho más probable que captes toda su atención y la conviertas en acción.
Incremento de las métricas de marca al basar la segmentación en la intención y al hacerlo solo en datos demográficos
Para los anunciantes, la recompensa por publicar anuncios basándose en estas señales es significativa. Según datos de YouTube, las campañas que utilizan la segmentación basada en la intención en dispositivos móviles registran un aumento en el recuerdo del anuncio y en la notoriedad de marca un 20 y un 50 % superiores, respectivamente, respecto a las que solo utilizan la segmentación demográfica.4
Para crear anuncios que llamen la atención hace falta más que un buen contenido. Como en un restaurante, siempre es recomendable utilizar los mejores ingredientes, pero lo que puede convertir un buen plato en un manjar exquisito es el servicio.