Vender productos o servicios a clientes ubicados en regiones o países que hablan otro idioma requiere una buena preparación
El 72 % de los consumidores pasan la mayor parte del tiempo navegando en sitios web disponibles en su propio idioma1, por lo que es importante que adaptes tus ofertas a su lengua materna.
Esta adaptación se puede traducir directamente en conversiones de los clientes, ya que el 82 % de los usuarios afirman que son más propensos a comprar si los materiales promocionales están disponibles en su propio idioma2.
Sin embargo, a pesar de los argumentos a favor de la localización, los anunciantes dicen que esta constituye el principal obstáculo operativo con el que se encuentran durante el proceso de exportación3.
Esta afirmación no resulta tan sorprendente si consideramos todas las variables que hay que tener en cuenta.
Por ejemplo, en algunos países (como Suiza, Canadá y Sudáfrica) se habla más de un idioma y hay algunos idiomas (como el chino, el árabe y el español) que tienen varios dialectos.
Es complicado, ¿verdad?
Para atraer a clientes potenciales y animarles a que realicen conversiones, tu sitio web debe reflejar su cultura y su forma de hablar. Para ello, debes hacer algo más que traducir tu sitio web: tienes que localizarlo.
Traducción frente a localización: ¿Cuál es la diferencia?
La traducción es el proceso que consiste en trasladar el contenido de un idioma a otro.
Aunque esta podría ser la solución más rápida y rentable a corto plazo, corres el riesgo de que las palabras que conforman esa traducción no tengan mucho sentido para los usuarios.
Por ejemplo, muchas palabras y expresiones que te parecen naturales en tu propio idioma puede que ni siquiera existan en otros países, por lo que traducir el contenido palabra por palabra no tendría ningún sentido.
Sin embargo, la localización va más allá que la simple traducción, ya que consiste en expresarse como lo haría un hablante nativo.
Cuida el idioma
Dependiendo del momento en el que se encuentre tu expansión global, puedes hacer una serie de comprobaciones para asegurarte de que tus palabras dan en el clavo.
- ¿Tu página de destino está escrita en el idioma local? La primera impresión cuenta, por lo que debes recibir a los visitantes de la manera adecuada.
- ¿Tu contenido contiene errores gramaticales o lingüísticos? Si no dominas el idioma, pide a alguien de confianza que haga las comprobaciones pertinentes. Las faltas de ortografía, por pequeñas que sean, hacen desconfiar al cliente.
- ¿Tu propuesta de valor está claramente presentada y adaptada a las características culturales específicas? Ten cuidado con las diferencias culturales: si no las tienes en cuenta, tus clientes potenciales se irán a otro sitio.
- ¿Tu redacción suena natural, como la de un hablante nativo? No confíes únicamente en una herramienta de traducción online, puedes hacer algunos focus groups con usuarios locales y ver qué opinan. Si no, pídele a un hablante nativo que revise tus contenidos.
En función del contenido que necesites localizar, existen varias soluciones de traducción con las que puedes investigar las preferencias de la cultura de destino y gestionar tus recursos de marketing multirregionales y multilingües.
Market Finder ofrece guías de localización específicas de cada país para que tengas más información a la hora de expandir tu empresa a nuevos mercados en el extranjero. También puedes responder a un cuestionario para comprobar si tu empresa está preparada para la localización de sus contenidos y, en función del resultado que obtengas, acceder a recursos útiles para ello.