A lo largo de la historia, los mitos se han perpetuado y han cambiado sus argumentos. Pensemos, por ejemplo, en Medusa. En la mitología griega, se presentaba como la villana que convertía a los héroes en piedra con solo mirarlos. Muy poca gente sabe que fue una sacerdotisa que se convirtió en un monstruo con serpientes por cabello tras una maldición. Sin embargo, perdura el mito de la antiheroína.
Ahora, miles de años después, sigue habiendo temas rodeados de mitos, como el papel de la automatización en marketing. Más del 80 % de los anunciantes de Google ya usan la puja automática para optimizar el rendimiento y ahorrar tiempo que pueden dedicar a otras tareas.1 No obstante, hay profesionales del marketing que no se atreven del todo con la automatización por los mitos generalizados que la rodean:
Aquí te contamos cómo puede beneficiar la automatización a los profesionales del marketing, sobre todo en momentos de cambio e incertidumbre, demintiendo los principales mitos sobre la automarización del marketing.
Mito 1: La automatización dificulta el control de las campañas
Cada año las personas hacen billones de búsquedas, y cada día surgen nuevas consultas. Por eso, sería tremendamente difícil gestionar tal complejidad de forma manual, especialmente en una gran variedad de canales. La automatización simplifica ese trabajo para que los anunciantes puedan llegar más fácilmente a los consumidores adecuados en el momento oportuno.
Esto no quiere decir que dejemos en manos de la tecnología todo el control de las campañas publicitarias. "Los profesionales del marketing siguen al mando de partes clave del proceso, pero ahora tienen un motor mucho más potente que los ayuda a avanzar", cuenta Michael Beresin, partner de la agencia de marketing digital Labelium.
En Google, añadimos constantemente nuevas funciones personalizables para que los anunciantes puedan gestionar, perfeccionar y controlar campañas basadas en la automatización de procesos de marketing. Por ejemplo, acabamos de lanzar las explicaciones para las campañas Máximo rendimiento, una función que identifica los motivos de los cambios en el rendimiento y muestra recomendaciones útiles para tomar medidas al respecto.
Mito 2: Con la automatización, todo el mundo consigue los mismos resultados
El trabajo de los anunciantes no es solo añadir funciones y herramientas automatizadas a sus campañas. No existe una solución universal: son ellos los que tienen el control y deben facilitar la información de la que dependen los resultados.
Para empezar, trabaja con equipos multidisciplinares para definir los principales objetivos de negocio, como llegar a nuevos clientes o aumentar las ventas. "Lanzar Máximo rendimiento nos permitió identificar los silos que había en muchas empresas. Ahora, distintos departamentos tienen que ponerse de acuerdo en las métricas que les importan", explica Beresin.
Una vez que hayas definido los objetivos, determina qué datos y sistemas se necesitan para conseguirlos y para medir los resultados. Los datos propios son especialmente útiles en este caso, ya que son únicos y relevantes, además de propiedad de tu empresa. En la fase de medición, son también los anunciantes quienes toman las decisiones, ya que deben identificar y eliminar los valores atípicos, así como analizar los resultados.
Los profesionales del marketing siguen al mando de partes clave del proceso, pero ahora tienen un motor mucho más potente que los ayuda a avanzar
Otra parte en la que el trabajo de los profesionales del marketing es fundamental son las creatividades: el contenido de texto y las imágenes que forman los anuncios. Las soluciones automatizadas, como Máximo rendimiento y los anuncios adaptables de búsqueda, se nutren de una gran variedad de textos y diseños de alta calidad para generar la combinación de recursos más eficaz posible para cada canal publicitario y cada consulta de búsqueda.
Mito 3: La automatización no se adapta a los cambios
El ecosistema publicitario actual depende de muchos factores externos, como el panorama económico y los cambios en el comportamiento de los consumidores y en la demanda. Por eso, los resultados de las campañas pueden fluctuar a medida que el algoritmo de automatización se adapta a los cambios en los datos de conversión.
Sin embargo, la automatización está diseñada para ajustarse de forma eficiente al cambio y es fundamental para hacer frente a la falta de previsibilidad. Smart Bidding, por ejemplo, es una herramienta de marketing automation capaz de ajustar las pujas a fluctuaciones no previstas para así alcanzar los objetivos. Esto lo consigue basándose en señales en tiempo real como la ubicación del usuario, la consulta y los datos de conversión. Si se prevé un cambio repentino con antelación (por ejemplo, durante un periodo promocional), se pueden usar ajustes de estacionalidad para determinar la estrategia de puja.
En momentos de incertidumbre económica, suele duplicarse la complejidad a la que se enfrentan las empresas, sobre todo en lo que respecta a la planificación de medios y la estrategia. En esos casos, la automatización del marketing puede ayudar a los anunciantes, ya que les permite ahorrar tiempo para poder centrarse en las decisiones estratégicas más importantes.