El relato
En los países desarrollados, los elegantes tablets y lectores de libros electrónicos han sustituido a los grandes y pesados libros de texto. Sin embargo, en Filipinas los modelos electrónicos más baratos tienen un coste superior a los ingresos mensuales de una familia. Smart, la mayor empresa de telecomunicaciones del país, quería que los libros de texto fueran más accesibles mediante el único gadget que la mayoría de familias filipinas tiene: un teléfono móvil analógico. La compañía convirtió estos teléfonos en lectores de libros electrónicos de baja tecnología para los alumnos como parte de una iniciativa llamada TXTBKS, que se lanzó en cuatro escuelas asociadas con cerca de 800 alumnos.
Para crear TXTBKS, Smart, con la ayuda de autores y editores, condensó libros de texto escolares, los convirtió en mensajes de texto de 160 caracteres y sustituyó la lista de contactos de los teléfonos por un índice. Mediante un lector de tarjetas SIM y software para la escritura de tarjetas SIM, la compañía programó los libros y los introdujo en las bandejas de entrada de miles de tarjetas SIM inactivas sobrantes.
Los resultados
Los profesores detectaron que sus alumnos participaban más en clase al utilizar TXTBKS. Un psicólogo infantil atribuyó esto a la exposición de los niños a la tecnología que, para la mayoría, era la primera. Actualmente, el Departamento de Educación de Filipinas está estudiando la posibilidad de adoptar el uso de TXTBKS en todo el país. STRYBKS, una iniciativa derivada pensada para los orfanatos locales, se lanzó a nivel internacional en Sudáfrica, en junio de 2014.