Regalarse tiempo para experiencias de cuidado personal es una de las tendencias que más crecen en Latinoamérica. A partir de la enorme cantidad de cambios que produjo la pandemia, las personas buscan momentos de conexión interior que les permitan relajarse. En este artículo, te contamos cuáles son las categorías que más se investigan.
Cada vez con más fuerza, el concepto de belleza se aleja de los atributos exteriores para alinearse con el cuidado de la salud y el bienestar. Y si bien las personas quieren verse bien -y recurren, incluso, a productos más caros que los que solían comprar antes de la pandemia-, lo cierto es que sus rostros, sus pieles y sus cabellos se han vuelto espejos de sus emociones.
En 2021, el mundo buscó “cómo cuidar de la salud mental” más que nunca. A su vez, en Latinoamérica, las búsquedas relacionadas con “ansiedad” tuvieron su máximo histórico este año.1 Esas tendencias no son casuales: están vinculadas a los múltiples procesos de cambio que generó la pandemia.
Las personas no solo se replantean el cuidado del medio ambiente, sino también de su propia belleza, entendida como un espacio para armonizar, regalarse tiempo personal, divertirse y reinventarse. Así, el cuidado personal se transforma en un momento para “bajar un cambio”, para escaparse del estrés cotidiano y mimarse.
En lugar de ser tareas automáticas o solo necesarias, las nuevas rutinas de belleza se volvieron un tiempo de relajación y disfrute para los latinoamericanos:
Y claro que para fortalecer esos rituales de cuidado personal, los consumidores investigan y buscan inspiración a través de los videos de YouTube. “En Argentina, por ejemplo, recibir recomendaciones de conocidos o referentes es hasta cuatro veces más importante en el proceso de evaluación de un producto de belleza, principalmente en tratamientos en el cabello y belleza de manos y pies”, revela Hernán Giambastiani, director comercial para Consumo Masivo en Google Argentina.
Las personas toman ideas de creadores como la mexicana Miku, que tiene 3,71 millones de suscriptores y más de 350 videos con maquillajes, looks y consejos, o la peruana Ekaty, que cuenta con 1,72 millón de suscriptores y más de 200 videos con tips sobre peinados, outfits, maquillaje y trucos.
En ese sentido, una de las mayores oportunidades para las marcas está en trabajar con influenciadores para vincular los productos a experiencias únicas y relajantes.
Simplificar las rutinas y volverlas “sanadoras”
Las rutinas de cuidado de la piel y del cabello están entre las más buscadas por los latinoamericanos. Pero, en línea con el cambio de mentalidad, esas búsquedas no se relacionan con la vanidad, sino con sentirse mejor.
Siguiendo el fenómeno que se vio en 2020, las rutinas de cuidado de la piel aumentaron más del 170% entre enero y abril de 2021, en comparación con el mismo período del año anterior.2 Asimismo, el 22% de los latinoamericanos afirman que vieron rutinas de cuidado del cabello en YouTube.3 En Colombia, por ejemplo, “¿cómo cortarse el cabello?” fue tendencia en Search durante 2021 en la categoría “¿Cómo?”.
Acompañar los recorridos que las personas emprenden en la búsqueda de inspiración para cuidarse y conectar con ellas mismas es el gran desafío de las marcas. A su vez, resulta clave tener en cuenta que esos “momentos-oasis”, en los que mujeres y hombres buscan tranquilidad (en un salón de belleza o, la mayoría de las veces, en sus casas), ocurren casi a diario.
Muchos latinoamericanos dedican tiempo específico al cuidado de su piel todos los días, mientras que la mayoría asegura que se maquilla, se tiñe el pelo, se hace belleza de manos y pies, o tratamientos en el cabello una vez por semana.4
En ese sentido, la gran oportunidad pasa por seguir de cerca estos nuevos hábitos y acompañar de forma personalizada las experiencias de los usuarios.
“La belleza comienza en el instante en que decides ser tú mismo”, dijo alguna vez la diseñadora Coco Chanel (1883-1971), y la frase parece resignificarse y tomar fuerza hoy, a medida que las personas conectan cada vez más con su bienestar interior.