ESG. Si alguna vez buscaste este acrónimo en internet, no eres el único. A pesar de que lo vemos cada vez con mayor frecuencia, todavía le hace arquear las cejas a más de uno. Por eso, vamos a repasarlo. Creado en la primera década del siglo, el término ESG (que significa gobierno ambiental, social y corporativo, por sus siglas en inglés) se usa para describir criterios o estándares por los cuales las empresas pueden medirse respecto de una amplia gama de fines socialmente deseables.1 En este sentido, el término llevó la sustentabilidad a otro nivel al incluir las preocupaciones sociales y la gestión responsable de las empresas en los temas ambientales.
Encargarse de estas cuestiones no solo es fundamental para la salud del planeta. También lo es para los negocios. ¿Por qué? Si hacemos foco en Latinoamérica, su potencial para generar energías renovables representa una gran oportunidad para la generación de nuevas industrias. De hecho, la transición verde podría generar un 10,5% de nuevos empleos para 2030.2 Visto desde el lado de las empresas, una encuesta global de McKinsey reveló que el 83% de los líderes ejecutivos opinaron que los programas de ESG generarán más valor para los accionistas dentro de cinco años. Aplicar los criterios es, en todo sentido, un juego de suma positiva.
En Google estamos comprometidos con los principios de la sustentabilidad. De hecho, fuimos la primera empresa carbono neutral. Pero creemos que es necesario contribuir a una mayor adopción de estos principios desde la puerta hacia afuera, es decir, en otras empresas y marcas que trabajan con nosotros. A continuación, acercamos algunas iniciativas que pueden ayudar a las empresas grandes y pequeñas.
1. Conciencia ambiental
La discusión sobre el medio ambiente es la más conocida cuando hablamos de ESG y las empresas que no se posicionan en este tema corren el riesgo de ser ignoradas por los consumidores. De hecho, según un estudio de la consultora KPMG, el 62% de los encuestados estarían dispuestos a cambiar sus hábitos de compra si eso significara un impacto positivo en el medio ambiente.
En Latinoamérica, este interés se traduce en los resultados de la Búsqueda. En México, el interés de búsqueda del término “cepillos de bambú” creció +750% en los últimos 5 años3, mientras que la Argentina registró un crecimiento de +700% para “cosmética natural” en el mismo período.4 Estos datos reflejan la importancia de que las marcas apuesten por productos que cumplan con las expectativas de un consumo más sostenible. Pero, también, resalta la importancia de que las organizaciones sean capaces de comunicar sus acciones sin caer en el greenwashing.
2. Transformación social
La “S” tiene que ver con el criterio social. Según un informe de la consultora Deloitte, el 57% de los consumidores son más leales a las marcas que se comprometen a abordar las desigualdades sociales en sus acciones de marketing.5 Y, cuando hablamos de desigualdades, no nos referimos únicamente a la oferta de productos y servicios. El plan va más allá: busca que los colectivos menos representados sean incluidos en el ecosistema, desde los clientes hasta los propios empleados de una compañía y sus proveedores. Desde achicar las brechas de género en el mundo laboral, hasta crear un marketing más inclusivo, ser parte del cambio es posible si se toma conciencia y se siguen estrategias concretas.
3. Responsabilidad corporativa
La “G” viene de gobernanza y este concepto va más allá del ámbito corporativo. Se refiere, también, a las cuestiones relacionadas con políticas de derechos, equidad, diversidad, género y compensación.6 Un buen ejemplo puede ser la transparencia en el uso de datos personales. Dejando de lado las transformaciones regulatorias, sabemos que el 48% de la población mundial ha dejado de comprar productos o utilizar servicios por preocupaciones sobre este tema.7 Pero allí también existe una oportunidad: de acuerdo con un estudio de Cisco, por cada $1 USD invertido en protección de datos las marcas consiguen un retorno de $2.70 USD.8
Este es un pequeño extracto de cómo la agenda ESG puede traer mejores resultados a las empresas y marcas latinoamericanas. Sabemos que las transformaciones de este tipo no son fáciles. Por el contrario, plantean una serie de desafíos que presentan un solo camino: afrontarlos. En este sentido, uno de los principales proyectos de Google es ayudar a miles de millones de personas a tomar decisiones más sostenibles este 2023. Y, para conseguirlo, continuaremos generando datos e información que permita facilitar la comprensión del panorama ESG y que ayude a las empresas donde sea necesario. Pero lo que debemos tener claro es que esta agenda es ineludible.