Si la permanencia del cambio se vio acentuada por la pandemia, hoy más que nunca es probable que las habilidades críticas que requería cualquier puesto de trabajo hayan cambiado y sigan haciéndolo. Según un artículo publicado por McKinsey, trabajar de forma remota y servir a los clientes digitalmente son solo el comienzo. Los próximos 10 años verán cambios fundamentales en el mundo laboral, y los empleados deberán adquirir nuevas habilidades para seguir teniendo éxito.1 Precisamente, la capacidad para responder al cambio mientras este se experimenta y seguir impulsando el crecimiento empresarial requiere un nuevo tipo de liderazgo. Practicarlo es, quizás, la mayor barrera para el crecimiento de muchas empresas.2
De acuerdo con un estudio reciente, únicamente el 30% de las compañías pueden denominarse a sí mismas líderes digitales.3 Esto significa que han conseguido poner en funcionamiento e integrar completamente las soluciones digitales en una organización y en sus mercados y regiones. El 70% restante, en cambio, aún no consigue escalar las soluciones digitales más allá de los planes piloto o permanecen atascadas en silos. ¿Qué diferencia a los líderes del primer grupo de los del segundo?
Consultamos a 4 referentes de empresas sobre qué cualidad fundamental debe tener un CEO digital en este escenario tan dinámico y esto fue lo que nos respondieron.
De acuerdo con un artículo de McKinsey, la adaptabilidad —la capacidad para aprender y aplicar ese conocimiento de manera flexible y eficiente en todas las situaciones— es el ingrediente secreto para prosperar en medio de la incertidumbre.4 Adoptar una “mentalidad de aprendiz” es crucial para poder liderar, sobre todo teniendo en cuenta que la transformación digital no es un proyecto o programa de una sola vez. Los avances tecnológicos, la competencia, los cambios en el contexto y en las necesidades de los consumidores llevan a la búsqueda de la mejora permanente. Y, con el fin de responder a esas demandas y seguir siendo competitivos, la flexibilidad y la predisposición para aprender son esenciales.
“Los líderes digitales hacen preguntas maravillosas. Están todo el tiempo cuestionándose qué sigue”, asegura Hartman. Según el libro The Imagination Machine: How to Spark New Ideas and Create Your Company’s Future, la imaginación es la encargada de brindarles a las empresas la capacidad para ver y crear posibilidades que aún no existen. También, de construir nuevos negocios a su alrededor. En un mundo donde la tecnología avanza sin pausa, la mayoría de las empresas corren el riesgo de estancarse. Entonces, el gran desafío de los líderes es cultivar su capacidad de asombro.5 Y advierte que otros dos factores que pueden convertirse en obstáculos para desarrollarla son la trampa del éxito y los modelos de negocio pasados. El primero se refiere a que, en general, cuando las organizaciones alcanzan cierta bonhomía, se relajan porque no sienten más el peligro que experimenta el emprendedor y, en consecuencia, dejan de reinventarse. El segundo, a que ciertos esquemas que funcionaron en el pasado pueden restringir la manera de pensar el mañana.
Después de la pandemia, el concepto de responsabilidad de los consumidores está cambiando. Si bien el 55% de los latinoamericanos sostiene que ellos mismos deben implementar prácticas sustentables,6 esperan que las marcas lideren temas que son importantes ahora y en el largo plazo. Frente a un panorama dinámico que exige mayor responsabilidad corporativa, un estudio de PWC asegura que redefinir el propósito de la organización es clave para adaptarse.7 Y son, precisamente, los CEO quienes deben trabajar en ello para contribuir con la resolución de los problemas que aquejan a la sociedad mirando más allá del valor financiero. De acuerdo con la investigación, el desarrollo de un propósito fuerte podría establecer una base para un crecimiento sólido en los próximos años. ¿Por qué? Porque brinda una brújula en un panorama de transformación al mismo tiempo que provee de una ventaja competitiva necesaria para un mundo globalizado.8
“Las personas jóvenes que no han experimentado nada más allá de lo digital llegan a la mesa con muy buenas ideas”, sostiene Aprajita Jain. De hecho, según la investigación de BCG, solo 1 de cada 4 organizaciones tiene las habilidades y la experiencia que necesita para alcanzar la transformación digital.9 Con el fin de achicar esa brecha, el 72% de los líderes planea aumentar la capacidad de su fuerza laboral y contratar a los mejores talentos digitales en los próximos tres años. Pero para beneficiar a todo el equipo, los líderes deben tener la capacidad de descartar egos y centrarse en ayudarse unos a otros en lugar de crear feudos verticales.10 La clave es adoptar un liderazgo que se apoye en la colaboración y el aprendizaje mutuo. Y, para conseguirlo, el líder debe estar dotado de una mentalidad abierta, colaborativa e inquisitiva.
Las empresas que están liderando el camino ven la transformación digital como un viaje y no como un destino.11 Y saben que para avanzar no es suficiente con que inviertan en tecnología. Que puedan andar kilómetros y kilómetros depende de las personas que forman parte de la organización. Y eso solo será posible si cuentan con el líder correcto.