Hace 20 años, cuando me gradué como Analista en Sistemas, buscaba en el área de tecnología algo más que un trabajo. Buscaba una carrera. Y ahora, más que nunca, necesitamos hablar sobre cómo la tecnología ha impactado —e impactará cada vez más— en el mercado laboral. Esto se debe a que sabemos que las mujeres fuimos las más afectadas durante la pandemia y el sector es un potencial motor para el cambio y el desarrollo social.
Para que se hagan una idea: más de la mitad de los usuarios de Internet en Latinoamérica son mujeres.1 Entonces, ¿por qué no tenemos más personas de género femenino que piensen en soluciones tecnológicas y trabajen en el área? El estudio “Mujeres en tecnología”, que la consultora Michael Page realizó en Latinoamérica, buscó respuestas a la pregunta en la escucha a profesionales C-Level (presidentes, vicepresidentes, directores y gerentes generales) que trabajan en empresas de tecnología, servicios financieros, comercio minorista, ingeniería y manufactura.
Además de estos datos, sabemos que la disparidad entre géneros comienza incluso antes, en la elección de la carrera. Y esta realidad, lamentablemente, no ha cambiado mucho en los últimos años. En Argentina, casi 6 de cada 10 estudiantes universitarios son mujeres, pero solo el 25% estudian Ingeniería y Ciencias Aplicada.2 Mientras tanto, en México, solamente 8% de las mujeres eligen estudiar una carrera relacionada con las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, en contraste con el 27% de los hombres.3
Paralelamente a mi experiencia, el estudio “Mujeres en tecnología” identifica que la falta de modelos femeninos en el área desalienta a las mujeres a participar en el sector que, además, les ofrece menos oportunidades.
La autoexigencia de las mujeres a la hora de presentarse para un puesto también impide que muchas se permitan aceptar nuevos desafíos: se postulan un 20% menos que los hombres porque entienden que deben cumplir con el 100% de los requisitos solicitados. Por otro lado, los hombres se postulan a puestos de trabajo para los que cumplen solo con el 60% de los requisitos.2
Las marcas, las empresas y sus líderes deben tener siempre presente que equipos diversos generan soluciones diversas, lo que genera un gran potencial para ofrecer a las empresas una mayor rentabilidad. Por lo tanto, impulsar la candidatura de mujeres en el área tecnológica, además de ofrecer oportunidades de crecimiento y liderazgo, es un compromiso que puede generar beneficios para ambas partes.
¿Qué estamos haciendo para cambiar ese escenario?
Aquí en Google, mirar los números es fundamental. Nuestras decisiones siempre están respaldadas por datos. Por ejemplo, el 80% de los líderes de marketing en América latina son mujeres. Y siempre buscamos aprender más sobre diversidad y las diferentes intersecciones. La interseccionalidad es el fenómeno por el cual cada individuo es discriminado u ostenta privilegio sobre la base de su pertenencia a múltiples categorías sociales, como por ejemplo mujer, latina y negra.
Nuestro compromiso por promover un entorno laboral más diverso e inclusivo se aplica al universo dentro de la empresa, pero también tiene consecuencias externas con iniciativas como Crece con Google, uno de nuestros programas gratuitos de formación profesional. Este año, durante el mes del Día Internacional de la Mujer, celebramos en Latinoamérica la versión de “Crece con Google para Mujeres”, orientada a los nuevos desafíos del escenario tecnológico. Más de 90.000 mujeres participaron de este programa destinado a capacitarlas y a empoderarlas en habilidades digitales y empresariales, seguridad en Internet, liderazgo y autopromoción (puedes mirar aquí los videos de capacitación).
Para hacer correr la voz, acompañamos el programa con una campaña de marketing de influencers que reunió a más de 60 mujeres en México y Argentina, y, en ambos países, realizamos una adaptación de la película Hero, que incluyó videos de las primeras mujeres locales en liderar diferentes campos como los deportes, la ciencia, el arte y la cultura.
Destaco también una acción desarrollada en YouTube México: como parte del compromiso de Google con ONU Mujeres, lanzamos "Mi Propio Reto". Este programa reunió a 14 creadoras, artistas y expertas, durante ocho días para hablar sobre sus desafíos para aumentar la autoestima y la confianza en sí mismas como una forma de evitar la violencia de género. Los videos alcanzaron más de 2 millones de visitas.
Por más intención en el incentivo
La realidad retratada en el estudio “Mujeres en tecnología” deja en claro que todavía tenemos mucho que transformar. Las acciones de Google han sido una apuesta hacia ese cambio. Es bueno para los negocios, es bueno para la sociedad y, por supuesto, es lo correcto.
Y sabemos que debe haber un trabajo continuo para este cambio. Un esfuerzo capaz de generar espacios de trabajo más inclusivos cuando hablamos de género, pero también cuando hablamos de raza, orientación sexual o personas con discapacidad. Por eso, creo que es importante mencionar que, sin la genuina intención de los líderes de incrementar su representación en el mercado laboral, no avanzaremos.
¿Y cómo hacemos esto? En el caso específico del género, podemos alentar a más mujeres a seguir carreras en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas; ofrecer mayor porcentaje de contratación y brindarles oportunidades de desarrollo y crecimiento profesional.
A dos décadas de mi graduación, puedo decir que apostar por la carrera de Analista de Sistemas fue una decisión acertada para desarrollarme profesionalmente, así como para las otras seis mujeres que se graduaron conmigo y, hasta el día de hoy, trabajan en el sector. Ahora, la idea es hacer que ese número se multiplique exponencialmente. Cuento contigo en esta misión.
Ingresa al estudio completo "Mujeres en tecnología. ¿Qué están haciendo las organizaciones para romper barreras?” aquí.