¿Hasta qué punto deberías ser capaz de traspasar los límites en pos de la creatividad? "Hasta que alguien se oponga… y, luego, hasta que casi te despidan", sugiere Sam Conniff, autor, emprendedor y cofundador de las agencias Livity y Don’t Panic. ¿Quieres saber cuál es la clave del éxito? Descúbrela en solo 4 pasos.
Pese a que los "piratas" como Barbanegra y Anne Bonny tienen una mala reputación por infringir las leyes, también es importante considerar su función como agentes de cambio. Enfrentados a instituciones que solo perseguían intereses propios, un sistema dañado y mucha incertidumbre, no solo rompieron las reglas, las reescribieron. No solo rechazaron a la sociedad, la reinventaron. Su innovación, su liderazgo y sus acciones transgresoras fueron una poderosa manera de provocar cambios y desafiar el statu quo imperante.
Por eso creo que todas las personas responsables de tomar decisiones pueden aprender de ellos. ¿Pero hasta dónde deberían llegar los profesionales que se dedican a la creatividad? ¿Cómo puede una transgresión razonable de las convenciones provocar un pensamiento más inteligente? Aquí, te sugerimos cómo romper las reglas con un buen fin.
Por qué los creativos necesitan ser "un poco más piratas"
La confianza colectiva de los creativos se redujo, lo que significa que la disposición clásica de la agencia como creativa y audaz recomendadora de estrategias en asociación con sus clientes, se trasladó hacia un modelo de servicio. Eso no es bueno para ninguna de las partes. Es necesario que defendamos la integridad de nuestras ideas y decidamos cuál es el límite en que nos preguntemos: "¿Vamos a generar algún tipo de rebelión?". Incluso aunque el cliente diga que no, ¿cómo podemos ayudarlo a tomar la decisión correcta y recuperar nuestro lugar? Solo si estamos dispuestos a traspasar los límites de esta manera podremos idear las mejores soluciones para todos.
Cómo impulsar una actitud más "pirata" en un lugar de trabajo creativo
En mi agencia Livity, reconocimos que la intersección entre la ingenuidad y la sabiduría es un muy buen lugar. La ingenuidad por sí sola significa que terminarás haciendo muchos videos de gatitos, y la sabiduría por sí sola termina con decisiones basadas puramente en datos: una buena creatividad surge a partir de la fusión de ambas. Esto se logra mediante el trabajo colaborativo, permitiendo que los miembros más jóvenes del equipo participen y motivándolos para que cuestionen las ideas establecidas. Para hacerlo, debes respetar las ideas que ellos presenten.
Toma nota de los posibles obstáculos
Para las grandes empresas, alentar una mentalidad pirata puede ser muy difícil. Si eres una empresa grande que pide a sus empleados que "piensen como emprendedores", lo que en realidad haces es confundir y engañar a tus equipos. A menos que solo tengas tres meses de dinero en el banco y realmente no sepas lo que estás haciendo, no puedes pensar como un emprendedor. La realidad es que el cambio basado en permisos, con el que todos estamos casados, simplemente no funciona: como la mayoría de los creativos saben, las mejores ideas del mundo mueren en los hilos de correo electrónico. Debes estar dispuesto a dejar que las personas rompan las reglas y tomen decisiones por su cuenta — y aún así apoyarlas.
La clave del éxito: romper las reglas con un propósito
Es una cuestión de responsabilidad. El primer paso es decidir qué regla, y esto es importante, te encantaría romper. Pero el próximo paso es decidir con qué regla la vas a reemplazar, lo que significa que ahora debes hacerte responsable del éxito de esa nueva métrica. Eso es lo que contrarresta el elemento caótico de toda la empresa. Es algo que comencé a llamar "el incumplimiento profesional de las reglas", un método que surgió del libro Be More Pirate. Los rompedores profesionales de reglas son el equivalente moderno de aquellos históricos bucaneros. No obstante, no trabajan solos: reunir un equipo de personas que se responsabilicen por el éxito de ese motín es lo que hace que funcione.
En resumen, estos son los 4 pasos para "ser más pirata":
1. Rompe una regla
Es fundamental que sea una regla que ni siquiera debería existir; una que todavía esté vigente a pesar de no tener mucho sentido. Espera a ver qué sucede, aunque probablemente no veas mucho.
2. Organiza un motín
Debes reemplazar la regla que acabas de romper con algo nuevo y, cuando lo hagas, recluta a otras personas para que te sigan. Iza la bandera de tu idea y comienza tu propio motín.
3. Sé ágil
Los piratas no salían victoriosos por confiar en sistemas que demoraban sus acciones, sino que tomaban decisiones rápidamente según sus valores y principios, de forma dinámica y receptiva.
4. Redistribuye tu propio poder
Los piratas delegaban su poder a todo el barco; el capitán podía ser relegado en cualquier momento. Asegúrate de que los miembros más jóvenes del equipo puedan desafiar tus decisiones, ya que sus ideas también podrían ser muy creativas.