La forma de contar historias está cambiando al ritmo de las nuevas tendencias tecnológicas. Hoy ya no sólo se trata de mencionar las bondades de un producto, sino también de crear una conexión emocional con el espectador, y los YouTubers están ayudando a las marcas a patear el tablero de la colaboración y la interacción. Sigue leyendo para saber cómo las marcas pueden lograr conexiones más estrechas y duraderas gracias a YouTube y sus creadores de contenido.
Madonna y Clive Owen, 2001. BMW. Este “trío” marca un comienzo interesante del branded content a un nivel profesional. Una marca líder generando una historia emocionante (todos recordamos a Madonna dando vueltas en el asiento trasero mientras Clive Owen sostiene el acelerador con fuerza), que indirectamente muestra las increíbles ventajas del producto, pero sin el conocido enfoque comercial y vendedor. La historia se encarga tanto de captar la emoción del espectador como de contar al usuario las bondades que el producto encierra.
Un ejemplo de un pasado aún más remoto y probablemente entrañable, especialmente para México, podría ser el del Chapulin Colorado contando cómo se tienen que comer los Bimbuñuelos Bimbo, con efectos especiales incluidos.
La historia del branded content a través de influencers, famosos o celebridades, se remonta a varias décadas atrás cuando las marcas empezaron a desarrollar nuevas formas de contactar a sus audiencias. El enfoque ha evolucionado de una forma espectacular, desde una invitación netamente comercial y planeada, a un contenido co-creado entre el influencer y la marca.
Varias razones pueden explicar este viaje de transformación. Especialmente, que los usuarios tienen una enorme cantidad de contenidos a su disposición y una de las maneras más naturales de filtrarlos, es a través de la generación de historias contadas de una forma honesta y humana.
Antes, los influencers eran por lo general sólo personas tocadas por la varita mágica del poder y de la fama, en ámbitos que van desde la literatura hasta el show business. Ahora, una nueva generación está surgiendo, gracias a la democratización de los contenidos y el acceso cada vez más abierto a las plataformas de difusión.
Los YouTubers o creadores de Youtube, son el más claro ejemplo de cómo el talento natural y un proyecto personal pueden llevar a una persona a ser capaz de interactuar con una audiencia creciente y compartir sus pasiones de forma cercana y auténtica. El número no para de crecer pero podemos hablar de aproximadamente de más de 1 millón de YouTubers en 30 países. En México, los YouTubers más grandes suman alrededor de 40 millones de subscribers.
La relación de los YouTubers con sus audiencias es muy especial, de hecho, es su activo más importante, está basada en la confianza, la cercanía y la creatividad. Como entre amigos. Hay sinceridad, comentarios negativos y positivos, “likes and dislikes”.
Este nuevo paradigma relacional llegó también a las marcas. Cuando las conexiones entre las marcas y sus usuarios están basadas en valores emocionales, de cercanía y de reciprocidad, se vuelven menos vulnerables y más duraderas.
Y entonces llega el mágico encuentro. Entre YouTubers y marcas. Encuentros que siguen totalmente basados en la autenticidad y la honestidad, no en el desarrollo de programas comerciales. Existen puntos naturales y orgánicos de afinidad entre el estilo de los YouTubers y marcas particulares. Esta naturalidad es el centro de colaboraciones creativas, positivas y de mutuo crecimiento. Algo así como el perfect match que siempre cultiva valores muy importantes, preservando el carácter auténtico y especial de estas colaboraciones:
- Autenticidad. El valor más fuerte a mantener siempre. Autenticidad significa crear historias interesantes que sean importantes tanto para la marca como para el YouTuber. Esto implica trabajar juntos en buscar o crear estos espacios. En México cada vez vemos mayor cantidad de casos interesantes; sólo por mencionar un par, tenemos a W2M y Nokia y Pepe Problemas con Bacardi.
- Aprendizaje mutuo. Las marcas tienen mucho que enseñar a los YouTubers, sobre su experiencia, su estrategia, sus aciertos y avances. Los YouTubers tienen también mucho que enseñar a las marcas, sobre su conexión con la audiencia y la evolución de la relación. De entre tantos buenos ejemplos que hay, podríamos mencionar Sprite y Luisito Rey en México y Kohler con What´s up moms en USA.
- Creatividad y reinvención. La generación de contenidos originales es una meta central. Algo nunca visto, nunca hecho. También es parte de un trabajo conjunto de co-creación entre marcas y YouTubers: una canción, una película corta, un experimento social, un comentario divertido; el límite está en mantener la autenticidad e imaginar juntos. Sólo como ejemplos de la variedad de casos que podemos encontrar, tenemos a Mike Tompkins con la película Perfect Pitch, y por otra parte Yosstop y EstoEsCombo sobre Orange is the new Black (temporada 2) de Netflix.
- Para siempre. Todos hemos soñado alguna vez con un amor duradero. La relación entre YouTubers y marcas puede permanecer siempre auténtica y real y evolucionar en el tiempo, creando un espacio de desarrollo mutuo, como Bettany Mota y Aeropostale, que incluso tiene su propia línea de ropa en conjunto con la marca y participa de forma natural en diferentes acciones.
La magia se sigue creando a través de estos encuentros basados en la colaboración, el aprendizaje mutuo, la autenticidad y la creatividad. Una pareja perfecta.