El video online representa una infinidad de oportunidades para las marcas, poniendo a su disposición una pantalla “siempre encendida”, capaz de conectar con una audiencia valiosa e interesada en sus momentos de intención. Con el control remoto digital en poder del consumidor y sin límites de horario o acceso, YouTube se ha convertido en el canal favorito de los usuarios para encontrar contenido audiovisual. Consumidores que no reconocen fronteras entre pantallas y se mueven libremente de un dispositivo a otro.
No hay duda que actualmente se consumen más horas de video que en cualquier otro momento de la historia. El acceso a Internet de alta velocidad y la masificación de los smartphones permitieron la incorporación de nuevos medios de distribución. Gracias a ellos, es posible acceder a los eternos favoritos y la programación más reciente desde dispositivos móviles, consolas de videojuegos y televisores inteligentes.
Desde su lanzamiento, YouTube se ha consolidado como la principal fuente de video online, recibiendo más de 400 horas de contenido nuevo por minuto. Si a esto sumamos un importante componente social en la generación de contenidos desde los propios usuarios en redes sociales, el escenario es claro: estamos ante una verdadera revolución en el consumo audiovisual vía Internet.
Si bien es cierto, esta gran variedad de videos puede resultar por momentos, caótica, quienes hablan de una crisis de sobreoferta están muy equivocados. En una era en que el público se enfrenta a cantidades de información sin precedentes, el consumo está lejos de haber disminuido. Por el contrario, se ha vuelto más grande que nunca. En los últimos diez años, el tiempo que dedicamos a ver videos se elevó 2 horas por día1.
Ante la explosión de contenidos, las audiencias están viendo más contenido audiovisual y con mayor intensidad. Después de trabajar y dormir, mirar videos es la tercera actividad a la que dedicamos más tiempo de nuestro día. Y ese crecimiento se debe principalmente a dos factores: mayor consumo de contenidos on demand y un incremento en las visualizaciones de video desde móviles.
En Argentina, el 79% de los usuarios de YouTube visita la plataforma al menos una vez al día2, seguido de cerca por Chile con un 78%3 y Perú con 77%4. De acuerdo a un estudio realizado por Google y TNS, un 78% de los mexicanos5 y un 81% de los colombianos6 reconoció haber accedido a la plataforma el día que fueron entrevistados.
Si vamos al impacto del consumo mobile, sólo en Argentina, el tiempo de reproducción de videos en YouTube desde dispositivos móviles aumentó un 125%7, con alzas significativas en Perú (90%)8 y Chile (67%)9.
El impacto del consumo de video online ha tenido repercusiones también en el mundo offline. En la actualidad, los usuarios ven un promedio de 18 canales de cable, número que las distintas señales no han logrado incrementar10. Cuando hablamos de aplicaciones digitales, sus gustos son aún más específicos. De hecho, pasan un 85% de su tiempo utilizando sólo 5 aplicaciones11.
Pero eso no es todo: las posibilidades del video online les permiten acceder selectivamente al contenido que quieren, cuando quieren y desde donde quieren. Si consideramos el consumo de video en Perú12 y Argentina13, 7 de cada 10 usuarios de YouTube afirman encontrar contenido de su interés en la plataforma, mientras el 68% de los chilenos dice hallar más material de su interés en YouTube versus otros medios de entretenimiento14.
Con una cantidad innumerable de opciones, las audiencias se enfocan en aquello que realmente les resulta atractivo: contenido que les hace sentido, que buscan y encuentran en YouTube. Un claro ejemplo es el fenómeno binge watching, una especie de “maratón” de video online que consiste en mirar una serie sin parar, episodio tras episodio. Hasta llegar, en algunos casos, a poner en riesgo la salud, la higiene o las relaciones personales de los fanáticos. A cualquier marca le encantaría alcanzar a los usuarios en estos momentos de intención: cuando están interesados, comprometidos y ansiosos por contenido. La buena noticia es que hoy es posible; desde la plataforma que ofrece YouTube.
Cada día, el 37% de los millennials reconoce ver contenido de manera descontrolada y casi un tercio dice hacerlo en YouTube15. Una plataforma que empezaron a visitar cuando eran adolescentes y que continúan usando ahora que se han convertido en adultos, llegando a consumir contenido durante más de 4 horas seguidas. Y no sólo disfrutan de contenido intensamente, sino tan pronto como se encuentra disponible. Un 60% ve los videos de sus creadores favoritos dentro de las primeras 24 horas de encontrarse online y un 15% lo hace antes del primer minuto16.
Las posibilidades del mundo online han terminado para siempre con los límites en lo que a consumo de video se refiere: ya no existen restricciones de horario, contenido o plataforma. Está disponible para todos, desde cualquier parte y en el momento en que el usuario lo requiera. Hoy, el consumidor ya no reconoce fronteras de pantalla, dispositivo ni geografía. Es más, el factor de proximidad ya no resulta determinante. El 60% del contenido que consume un usuario en YouTube procede de un país diferente del propio17. En algunos casos, ese porcentaje llega a ser incluso más alto.
Contenido que en el pasado podía ser considerado “de nicho”, hoy alcanza audiencias masivas en una suma de micro-momentos relevantes -desde el clásico “quiero-ver” hasta el popular “quiero-hacer” con los videos “hágalo Ud. mismo”- lo que constituye una enorme oportunidad para las marcas de llegar a audiencias tan amplias como específicas en un solo clic. Es precisamente este potencial el que genera una conexión significativa con los usuarios. Una audiencia valiosa e interesada que se identifica y conecta con el contenido que ve y que encuentra en los creadores sus nuevos referentes culturales.
En tiempos donde el usuario se mueve naturalmente de un dispositivo a otro, las distinciones entre pantallas dejaron de ser importantes. Poco interesa el formato, la duración o el género. Desde la perspectiva del consumidor, lo único relevante es encontrar contenido que los atrape e identifique. Y la oportunidad de conectar con la audiencia nunca ha sido mayor. Llegó el momento en que las marcas también sintonicen con los usuarios en su canal favorito: YouTube.