Los smartphones se han transformado en el epicentro de nuestro universo. Durante el 2015 el móvil se ha convertido oficialmente en la tecnología más popular de la historia pese a tener tan sólo un par de décadas de vida, logrando posicionarse como el dispositivo que más rápido se ha extendido por el mundo. Cada año se venden 1.000 millones ¡1.000 millones de unidades!. Para 2015 se está pronosticando que la venta de teléfonos inteligentes superará tanto en ingresos como en unidades a todas las ventas en conjunto de PCs, televisores, tablets, y videoconsolas según un estudio conjunto de Deloitte y GSMA
Según estadísticas de GSMA, (Global Smartphones Manufacturers Association), en 1975 había tan sólo 5.000 clientes de telefonía móvil en todo el planeta. Para mediados del 2015 dicha cifra habría alcanzado los 3.600 millones de usuarios, es decir, prácticamente la mitad de la población del mundo. En esa misma línea, se espera que para finales del 2020 el 80% de los habitantes del planeta tenga un móvil permanentemente en su mano o su bolsillo. En definitiva, estaríamos presenciando el ocaso de un mundo desconectado y del nacimiento de un mundo “mobile first” dado que de acuerdo a un estudio de Ericsson Lab, el 80% del tráfico de Internet del mundo provendrá desde un dispositivo móvil, siendo el smartphone nuestro primer (o en algunos casos) único punto de acceso a Internet.
Lejos han quedado ya los tiempos en los que los smartphones era un artículo identificado como un símbolo de status u objeto reservado a ciertos segmentos socioeconómicos. La caída en los precios de los dispositivos ha tenido un rol clave en esta revolución que estamos viviendo. En la actualidad se pueden conseguir dispositivos como los Android One por aproximadamente 100 USD, precios ⅓ menor a lo que se conseguía un smartphone en el 2012.
Dicha baja en precios no ha sido a costa de menores rendimientos. El 90% de los smartphones con precios menores a 80 USD cuentan con una tecnología superior a la que tenían teléfonos de precio muy superior 3 años atrás.
Si bien las cifras son más que elocuentes y dan una clara señal de una realidad que nos ha invadido (un auténtico tsunami móvil), también es una realidad que en el ecosistema de usuarios y empresas, los primeros han sido los que más rápidamente han identificado el valor que otorga este nuevo orden de conectividad y de estilo de vida.
Lo primero que escuchamos al comenzar el día es el despertador de nuestros dispositivos móviles. Automáticamente leemos los mensajes nocturnos o los más madrugadores. A continuación visitamos los sitios o las aplicaciones de noticias mientras tomamos café, y de ahí en más, ya no soltamos el móvil en todo el día, dado que nos hace de guía cuando estamos en el auto, nos recuerda las citas, nos recomienda dónde podemos comer o comprar, nos permite ocupar tiempos muertos con juegos, nos ayuda a comunicarnos rápidamente vía mensajes de textos, web calls, con compañeros de trabajo, amigos y la familia a través de whatsapp, skype, hangouts, etc… y de vez en cuando, nos acordamos de hacer alguna llamada.
Tan relevante se ha vuelto el móvil, que en una encuesta realizada por BCG (Consumer Surplus Survey, Septiembre 2014) sobre los sacrificios que una persona estaría dispuesta a hacer durante una semana para mantener su conectividad móvil, un 75% de los encuestados dijo que dejaría de comer comida rápida, un 67% no tomaría alcohol, un 61% dejaría el café, 44% dejaría de hacer ejercicio, 34% no usaría su auto y hasta un 20% dejaría de bañarse. Al indagar sobre qué tipos de medios estaría dispuesto a dejar de acceder a cambio de garantizar conectividad móvil, el 74% de los encuestados respondió que podría prescindir de los diarios, el 62% de los libros y el 50% de la TV.
¿Por qué esta revolución socio cultural y económica?
El móvil es nuestra conexión al mundo. Nos ofrece:
Comodidad y acciones inmediatas: Los smartphones nos permiten actuar por impulso. Buscamos nuestro móvil cada vez que queremos aprender, encontrar, hacer o comprar algo. Y como consecuencia, nuestros estándares de servicio y de información han crecido exponencialmente así como también lo ha hecho nuestro consumo de información y contenido.
Relevancia: Cuando recurrimos a nuestros teléfonos móviles esperamos encontrar respuestas inmediatas a nuestras necesidades o deseos. Y nuestra paciencia es muy limitada. Los usuarios en mobile abandonan rápidamente algo que no es relevante dando claras señales de cómo evalúan distintas propuestas de valor a las que son expuestos en sus múltiples interacciones diarias. Además el teléfono móvil es el dispositivo multiusos del siglo XXI. Un smartphone es un GPS, una cámara de fotos, de video, radio, mp3 y televisor entre otras muchas cosas.
Necesidades personales: Cuando los usuarios interactúan con las empresas en sus teléfonos móviles, un dispositivo que identificamos con nuestra ámbito personal y nuestro estilo de vida, esperamos respuestas personalizadas, inmediatas además de gratificaciones y soluciones instantáneas. El móvil es nuestro asistente personal, nuestro guía, nuestro consejero.
¿Qué supone esta revolución mobile para las empresas y sus oportunidades de negocio?
Mobile ha cambiado para siempre la forma en la que vivimos y lo que esperamos de las empresas y las marcas con las que interactuamos. Muchas de las ocasiones en las que usamos nuestro teléfono para buscar una recomendación de moda , ir a algún lugar, aprender una receta o descubrir el lanzamiento de un nuevo producto se convierten en un momento valioso para las marcas y empresas para influenciar nuestras decisiones de consumo y nuestras preferencias.
Desde Google llamamos micro-momentos a los instantes en los que los usuarios recurren espontáneamente a su smartphone con una intención específica, es decir momentos en que la gente hace una pregunta o consulta y espera una respuesta inmediata ¿Cuándo sucede esto? ¡Todo el tiempo a lo largo del día! Estos micro-momentos se están convirtiendo en el nuevo campo de batalla para las marcas, momentos en los que se ganan corazones, mentes y ventas.
Es importante entonces para las marcas poder identificar los micro-momentos más importantes para sus usuarios y estructurar sus estrategias de marketing digital alrededor de los mismos.
En consecuencia, es imperativo que en Latinoamérica, donde las marcas están muy por detrás de los usuarios en servicios, productos y estrategia mobile, se levante la voz y se enfatice lo urgente que es para las marcas incorporar una estrategia móvil para evitar ser arrastrados por esta ola y poder navegar tranquilamente esta revolución que va a acompañarnos, al menos, toda la próxima década.